Young blondish woman hugging her white fluffy dog while sitting on a coach. The dog has a blue bandana

Pet Stimulation

September 15, 2020

¿Cómo influye mi energía en mi familia animal?

Mi mamá siempre ha creído en las energías y el poder que tienen en ella y los demás a su alrededor, me ha contado que por eso se ha preocupado en tratar de mantener la suya lo más equilibrada posible; lo que la llevó a conocer más sobre prácticas como el Reiki y la meditación.

Cuando todo este tema del aislamiento comenzó, tuvo que pausar sus sesiones de Reiki (ya no podía trasladarse), y se le comenzó a dificultar el poder manejar su ansiedad y diferentes emociones que todo este tema comenzó a desencadenar. Yo noté como esto la estaba afectando a ella y ella comenzó a notar cómo su energía me afectaba a mí de alguna manera. Y bueno así es cómo llegamos a conocer a Majo de Anima Animal Wellness, quien estaba ofreciendo un taller de meditación virtual y mi mamá y yo nos aventuramos a llevarlo.

En este taller mi mamá comenzó a sentir mi energía, como yo le daba de la mía para que pudiera estar mejor y Majo le explicó cómo es que su energía influía en mí. Esto hizo que las dos nos interesáramos mucho más en el tema y decidiéramos hacer esta colaboración con Majo y compartir con ustedes toda esta info y experiencia. Así que le cedo a ella el espacio en este blog post para que nos cuente más de esto.


¿CÓMO INFLUYE MI ENERGÍA EN MI FAMILIA ANIMAL?
Por Majo Marten – Comunicadora Intuitiva con Animales y Sanadora Energética

Si sos mamá o papá perruno/gatuno quizás has notado que hay ciertas personas con quienes la actitud de tus compañeros animales cambia, o incluso, hay ciertos lugares donde tu peludito se puede sentir diferente.

Nada es casualidad en esta vida. ¿Te ha pasado que vas de camino a cierto lugar o situación y hay algo muy visceral que te jala en la dirección contraria? ¿Capaz empezás a sentir en el abdomen temor o estrés? Bueno ese es tu instinto hablando, tu glándula suprarrenal liberando epinefrina como una respuesta bioquímica a lo que tu cuerpo intuitivamente está percibiendo como “alerta”. Esa misma señal de alerta que se despierta cuando estamos en un lugar en el cual no nos sentimos bien.

¿Y qué pasa con todo esto? Que nuestro cuerpo físico está conectado con nuestro cuerpo mental, emocional y energético, esa anatomía sutil que todos los seres tenemos, y que, aunque no podemos ver, está presente, recibiendo energía que es de tan rápida transmisión, que desde estados de consciencia de mayor actividad mental dejamos pasar desapercibida.

Ondas cerebrales

Porque pasamos en ondas beta la mayor parte del tiempo. Todas las funciones de nuestro cerebro se basan en impulsos eléctricos, llamados sinopsis, los cuales viajan a través de nuestras neuronas llevando información (¡sí la energía ES información!) y produciendo ritmos conocidos como ondas cerebrales. Estas se pueden medir a través de un electroencefalograma y se mide en hercios, como toda onda electromagnética. Al final, una onda electromagnética es un campo que se forma al transportarse la energía de un lugar a otro.

Nuestro cerebro no transmite siempre la misma información y, por ende, diferentes neuronas y zonas cerebrales se activan según cada tipo, por lo que el campo de energía va a ser diferente. Oscilamos entre cinco ondas cerebrales, siendo las ondas beta, de 13 a 39 hercios, en donde más pasamos durante el día. En esta frecuencia estamos es un estado de alerta, de atención focalizada, como cuando estamos trabajando o en plena actividad mental (¿cuándo no?). Por este “canal” no se transmite la información de lo que está sucediendo fuera de nuestro foco atencional.

¿Qué pasa con nuestros compañeros animales? Al ser seres mucho más conscientes de su anatomía sutil y maestros de la presencia plena, están mucho más acostumbrados a habitar en otras ondas cerebrales, en otros niveles de consciencia donde conectamos con nuestra intuición. Desde mi experiencia como comunicadora animal, ellos perciben no solo lo que ocurre en el exterior, si no también en su interior desde sus cinco sentidos y de su sexto, séptimo, octavo, etc. (canales telepáticos). Entonces, sí, nuestros compañeros animales ven nuestras emociones, sentimientos y pensamientos, los cuales al final son energía, así como ven la de los demás y la de los espacios.

Energía ligera y energía densa

¿Has visto cómo tu perro o gato se ve diferente cuando estás triste, enferm@, ansios@? No solo la ven, la sienten, e incluso la absorben. ¿Por qué? Porque son seres más ligeros; están tan conectados con la red de la vida y saben tan bien cómo canalizar y circular su energía que su “tanquecito” energético está más vacío, y como por osmosis, absorben la energía a su alrededor.

¡Ay no, qué hago! Calma, esto no es bueno ni malo, así como no existe la energía “buena” o “mala”. Esa clasificación viene desde nuestra necesidad humana de etiquetar todo de manera dicotómica. Simplemente es energía más ligera, o de más alta vibración explicado desde la física, o energía más densa o de más baja vibración. Entonces, si tenemos energía densa de más, vamos a vibrar más bajo, y al vibrar más bajo, atraemos frecuencias de más baja vibración. ¿Te has dado cuenta de que cuando empezás a pensar en algo que te estresa o te da miedo de repente y de manera desproporcionada ese sentimiento se incrementa y te habita? Bueno es eso, estás conectando con esa frecuencia, y todo lo que hay en tu alrededor en esa frecuencia. Es como sintonizar esa estación de radio, ¡que también es una frecuencia!

No solo sintonizamos con esas frecuencias, si no que nuestro campo electromagnético, ese huevo energético que nos rodea, al ser un contenedor de energía, influye en la energía a nuestro alrededor. Y esto es lo que se llama interferencia de ondas, es decir, cuando dos ondas se superponen. Matemáticamente la onda total es la suma de las dos ondas individuales y esto puede resultar en una interferencia constructiva (cuando ambas ondas tienen valor positivo) o en una interferencia destructiva (cuando una onda tiene valor positivo y la otra valor negativo). Por ejemplo, los audífonos para cancelar el sonido hacen una interferencia destructiva de ondas (¡ven que no todo es negativo!). Sin embargo, esto es lo que pasa con nuestros compañeros animales que, por lo general, vibran en frecuencias más altas que nosotros.


Según los estudios del Dr. David Hawkins, el 85% de la población vibra en frecuencias destructivas.


Hawkins durante 30 años realizó estudios de kinesiología, ya que descubrió que la respuesta kinesiológica de los humanos varía según los estímulos (ven como nuestro cuerpo intuye incluso sin que nos demos cuenta), es decir, que a través de pruebas musculares se muestra nuestra capacidad para diferenciar entre verdadero o falso, entre algo para nosotros positivo o negativo.

A partir de esta investigación se desarrolló el Mapa de la Consciencia, en el cual se establece que los humanos tenemos distintos niveles de consciencia (o frecuencias) según las emociones que sentimos. Cada nivel de consciencia representa una emoción que va de 0 a 1000 hz.

De 0 a 200 hz se consideran frecuencias con fuerza destructiva y a partir de lo 200 hz se consideran frecuencias con poder positivo. Koko, la gorila que se hizo famosa por tener un gatito como animal de compañía tenía una frecuencia de 250 hz. Koko vibraba más alto que el 85% de la humanidad.

La energía y nuestros animales de compañía

Entonces, volviendo a nuestros animales de compañía, si ellos son parte de nuestro sistema familiar (ese sistema de creencias, valores y actitudes que hemos aprendido y acarreamos de nuestro linaje paterno y materno), al final son parte de nuestro sistema de energía, y por simple física su energía se va a ver influida por la nuestra o por la de aquello que los rodea.

¿Qué podemos hacer? Lo mejor que podemos hacer por nuestros compañeros animales es el trabajo personal. Al ser más conscientes de nuestras emociones, al estar más conectados con nuestro cuerpo, al poner nuestro autocuidado primero, vamos a vibrar más alto, vamos a sentirnos mejor, vamos a sanar y por ende, estamos influyendo positivamente en nuestro alrededor.


Por seres más equilibrados, conectados y conscientes un encuentro a la vez.

Majo Martén – Comunicadora intuitiva con animales y sanadora energética

Para más información sobre la Comunicación Interespecies los invitamos a visitar el sitio web de Majo, animaanimalwellness.com

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